Cada vez son más frecuentes las estafas en los alquileres turísticos en la zona y en temporada alta. Con especial incidencia en la zona cordillerana, varios turistas han alertado en el último mes sobre situaciones en las que alquilan una vivienda o cabaña por día y al momento de llegar no existe y los «supuestos arrendatarios» después del depósito inicial para reservar, no atienden los llamados telefónicos, por lo cual recién en esa instancia y ya en el lugar, se dan cuenta de que han sido estafados.
– Verificar a través del colegio de martilleros de las distintas ciudades que las inmobiliarias cuenten con la correspondiente habilitación.
– Desconfiar de anuncios con precios demasiado bajos, así como de avisos con faltas de ortografía,
lenguaje con incorrecciones o mal redactado.
– No realizar transferencias bancarias ni enviar pagos por empresas internacionales si no conoce fehacientemente a quien se le deposita el dinero.
– Realizar una búsqueda previa en internet para conocer la existencia del inmueble que se ofrece en alquiler y quién lo publica, para que de esa forma nadie se lleve sorpresas.
– Si se indican teléfonos o mails de contacto, previamente consultar en Internet verificando si son reportados por otros usuarios como fraudulentos.
– Tener presente que los conocidos buscadores de internet pueden ser una buena opción de cotejo de datos.
– Realizar una investigación del usuario y la oferta con anterioridad a realizar cualquier depósito o envío de dinero.
– Prestar suma atención a las conversaciones telefónicas y a las comunicaciones por internet en las
que se pida entregar información personal.
– Verificar previamente y por otro medio, la identidad de quien lo está consultando.
– No brindar información que permita su identificación o la de su familia.
– Si se recibe una llamada o correo haciéndose pasar como representante de una institución financiera o banco, pidiendo datos de la cuenta o información personal, cortar o no responder y llamar inmediatamente al banco para verificar la información.