«Este año (2017) además fue apadrinador de los competidores en la jineteada, un trabajo que consiste en rescatar a los jinetes cuando suena la campana y los caballos están más bravos que nunca.
La jineteada gaucha es uno de los espectáculos más esperados del festival, que cada febrero reúne más de 10 mil personas en el club Cordillera de Junín de los Andes. El jinete debe mantenerse sobre el potro por 12 segundos, sin tocarlo con las manos, entre otras destrezas.

Era el turno del Juan Torres. Su momento de gloria se truncó cuando su potro negro lo tiró al suelo y quedó colgado del estribo. En ese momento apareció Hugo. Se bajó rápidamente de su caballo y abrazó a Torres. Por varios segundos fueron arrastrados y estuvieron muy cerca de ser aplastados. Después se sumaron otras personas para terminar de controlar la situación. «No pensé que iba a hacer, pensé en el chico», cuenta el gaucho héroe. Juan abrazó a Hugo y le agradeció por haberlo salvado. El estadio aplaudió a Medina por su actitud heroica. «Es un orgullo, no cualquier apadrinador se la juega de esa manera», dice Veronica, una de las organizadoras.
En los próximos días, Hugo vivirá otro momento especial. Será papá por segunda vez. Seguramente le transmitirá su pasión por los caballos, pero lo más importante será la valentía y el servicio a los demás.