Empiezan los días fríos y con ellos las ganas de comer alimentos calentitos, que nos aportan más energía y nos generan esa sensación de calor y bienestar. Pero la gran preocupación de estas comidas y del invierno siempre es que se come más, que se aumenta de peso, que todo el tiempo dan ganas de comer porque estamos encerrados y aburridos.
Pero la gran preocupación de estas comidas y del invierno siempre es que se come más, que se aumenta de peso, que todo el tiempo dan ganas de comer porque estamos encerrados y aburridos.
En esta nueva nota, les dejo otra mirada sobre lo mencionado antes, y sobre cómo podemos hacer para que, nuestra alimentación sea saludable aun con frío y con comidas “más potentes y recargadas”, que las que se suelen consumir en verano.
Si hablamos de guisos, estofados o pastas, mi cabeza se imagina un plato con salsa, con fideos, arroz, polenta o lentejas, alguna porción de carne, chorizo o pollo y algunas verduritas. Automáticamente me remonta a días fríos, grises y a una comida en familia disfrutando del aroma y de ese guiso, pasta, polenta o a lo que sea que se esté comiendo.
La gran pregunta es cómo hacemos para que estas comidas sean saludables, pero quiero contarles que no es para nada difícil, solo necesitamos agregarle más verduras y ya con eso disminuimos la cantidad de los otros alimentos. Para esto podemos preferir el tomate de lata o el que viene triturado en botella, en lugar de los purés de tomate, también se le puede agregar cebolla a la salsa, o bien aprovechar las verduras de estación y sumar zanahoria, zapallo, calabaza, puerro y cebolla de verdeo.
Las verduras mencionadas arriba como comente son de estación, esto quiere decir que durante el otoño y el invierno las vamos a conseguir más fácilmente y además son más económicas, más sabrosas, frescas y ricas que las que no son de estación. Por todo esto, está bueno aprovecharlas e incluirlas en todas las comidas de ser posible, así aportamos variedad de colores, alimentos y nutrientes. Tanto las verduras como las frutas, nos aportan vitaminas, minerales y tienen fibra, la cual no puede ser degradada fácilmente, lo que provoca que permanezca más tiempo en el estómago y por lo tanto, que estemos llenos por más tiempo y que comamos menos, además brindan muchos beneficios para la salud.
Las tardes si bien son más cortas, también nos invitan a comer más, por eso una buena opción es aprovechar las frutas de estación como naranja, mandarina, limón, banana, pera, membrillo y utilizarlas para hacer tortas, budines, galletitas, tartas o mermeladas caseras. Así sumamos frutas, que suele costar más consumir con frio, y reemplazamos los alimentos procesados o ultraprocesados por una alimentación más sana y más natural.
Llevar una alimentación sana y rica con frio es posible, quizás requiere más tiempo porque lo que les propongo también, es cocinar más, cortar más verduras, hacer sus propias meriendas o desayunos, pero el tiempo que se pierde cocinando, es tiempo que se gana en salud ya que, el consumo de frutas y verduras ayuda a reducir el riesgo de padecer sobrepeso, diabetes, hipertensión, cáncer y enfermedades que afectan al corazón; también ayudan a mejorar el sistema inmune disminuyendo el riesgo de enfermarnos.
Por: Karen Gili
Licenciada en Nutrición
MP 533
