La disposición rige por Navidad y Año Nuevo. Los servicios esenciales deberán funcionar con normalidad.
En una reciente decisión gubernamental, el presidente Javier Milei junto a su vocero, Manuel Adorni, oficializaron un asueto administrativo para los empleados de la Administración Pública Nacional en vísperas de las festividades navideñas y de fin de año, específicamente los días 24 y 31 de diciembre de 2025. El anuncio fue formalizado a través del Boletín Oficial, destacando un claro interés en facilitar los movimientos familiares y las tradiciones características de estas fechas tan especiales.
La medida es parte del Decreto 883/2025 y subraya el profundo significado cultural y social que diciembre tiene para los argentinos. Según el Gobierno, estas fechas se tornan cruciales para la introspección y la reunión con seres queridos, constituyendo un espacio ceremonial de encuentro y celebración. En este contexto, las autoridades han considerado propio otorgar a los trabajadores un tiempo necesario para que puedan emprender los preparativos, desplazamientos y diversos quehaceres ligados a las festividades.
A nivel económico, la iniciativa también se proyecta favorablemente, especialmente en el ámbito del turismo local. Según las estimaciones gubernamentales, las comunidades y pequeños comerciantes turísticos podrán verse beneficiados con un aumento en el flujo de visitantes, lo que podría estimular la economía sin incurrir en gastos extras para la tesorería del Estado.
Sin embargo, el decreto detalla algunas excepciones importantes: las actividades bancarias y las entidades financieras permanecerán operativas en su horario habitual. Se asegura también que los servicios esenciales, como salud, seguridad y emergencias, mantendrán su continuidad operativa, protegiendo así la atención de aquellas necesidades que no conocen de días de descanso.
En definitiva, este asueto laboral es un símbolo de respeto a las tradiciones nacionales, procurando simultáneamente conciliar la vida profesional con valiosos momentos familiares, cumpliendo a la vez con las obligaciones vitales del Estado hacia sus ciudadanos.








