Las autoridades sanitarias activaron una campaña de prevención para la población y reforzaron las recomendaciones sobre higiene, manejo de roedores y seguridad en zonas rurales y periurbanas, ante el riesgo de transmisión del virus.
Un menor de 16 años fue diagnosticado con hantavirus en el Hospital Zonal de Bariloche, donde permanece internado en cuidados intermedios con estado estable, según informó Victor Parodi, director del nosocomio. El caso refuerza la preocupación de las autoridades sanitarias provinciales por esta enfermedad viral que ha mostrado actividad en la región andina durante los últimos meses.
El menor presentó fiebre alta, dolores musculares intensos, náuseas y vómitos, síntomas típicos de la enfermedad. Desde el hospital indicaron que las pruebas de detección del virus se realizan en el mismo centro de salud y que se mantiene bajo observación estricta mientras evolucionan los resultados. El Hantavirus que circula en la región patagónica tiene la particularidad de poder transmitirse de persona a persona, aunque su principal vía sigue siendo el contacto con roedores y sus excreciones.
Los síntomas del hantavirus pueden incluir fiebre superior a 38,5°C, malestar general, dificultades respiratorias, dolores musculares y, en casos avanzados, edema pulmonar e infiltrado alveolar. La detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para el pronóstico del paciente.
Medidas de prevención
La prevención del hantavirus requiere medidas estrictas de control de roedores y protección personal. Las autoridades sanitarias enfatizan la importancia de evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones. Entre las medidas preventivas fundamentales se encuentra mantener las viviendas libres de estos animales, sellando orificios en puertas, paredes y cañerías que puedan servir como acceso.
Limpiá frecuentemente pisos, mesas, cajones y alacenas con 1 parte de lavandina y 9 de agua. Dejá actuar durante 30 minutos, recomienda el Ministerio de Salud de la Nación. Esta desinfección debe realizarse regularmente, especialmente en áreas rurales o viviendas que hayan permanecido deshabitadas.
El manejo del entorno también es crucial en la prevención. Colocar huertas y leña a más de 30 mts de los edificios, cortar pastos y malezas hasta un radio de 30 mts alrededor de los lugares de trabajo reduce significativamente el riesgo de contacto con roedores infectados. Asimismo, ventilar por lo menos 30 minutos antes de entrar a lugares que hayan estado cerrados (viviendas, galpones, subsuelos) es una medida preventiva esencial.