Este viernes 26 de septiembre, visitará San Martín de los Andes un endocrinólogo especializado en desórdenes del crecimiento infantil para interactuar con pediatras locales sobre la manera de identificar a tiempo estos trastornos.
En el marco de la campaña Novo Raíces, para promover entre pediatras locales la detección temprana de casos de talla baja
Visita nuestra ciudad un experto en desórdenes del crecimiento infantil
● Pesar y medir a los niños y niñas debe formar parte de todos los controles de rutina. Cualquier signo de alteración en el crecimiento amerita evaluar una interconsulta o derivación con un endocrinólogo.
● Algunos signos a los que debemos estar alerta son que el niño o niña sea más bajo que sus compañeros, que la talla de ropa o calzado permanezca igual durante mucho tiempo, que un hermano menor lo supere en altura o lo confundan con alguien de menor edad.
● Para los casos en que se requiere tratamiento con administración de hormona de crecimiento, el cumplimiento de las aplicaciones en tiempo y forma es fundamental, para lo que cada vez existen tratamientos individualizados para cada paciente y, también, tratamientos de administración semanal.
San Martín de los Andes, jueves 25 de septiembre de 2025 – De visita en nuestra ciudad para disertar ante pediatras locales sobre la detección temprana de trastornos del crecimiento infantil, el Dr. Juan Marcos Cáceres, médico endocrinólogo del Hospital Provincial Neuquén y del Hospital Área Plottier, puso el foco en la importancia del seguimiento médico periódico del crecimiento de los más pequeños -en términos de peso y talla- junto con los demás controles pediátricos habituales, como el calendario de vacunación y un chequeo general de salud.
Esta actividad se da en el marco de la campaña ‘Novo Raíces’, una iniciativa de Novo Nordisk Pharma Argentina S.A. en conjunto con la Asociación Civil Creciendo y la Fundación de Endocrinología Infantil (FEI). Es una propuesta que busca ayudar a detectar a tiempo problemas de crecimiento y contar con tratamiento oportuno en aquellos casos en los que corresponda. Incluye jornadas de capacitación médica en distintas ciudades con la participación de destacados especialistas en el tema y una activación en redes sociales dirigida a la comunidad.
“El crecimiento no es solo una cuestión de estatura, sino un reflejo del estado integral de salud en la infancia. Por eso, los pediatras deben estar atentos a cualquier alteración en este proceso. La talla baja puede ser una de las primeras señales de que algo en el organismo no está funcionando como debería”, afirmó el Dr. Cáceres.
El crecimiento atípico -ya sea más lento de lo esperado o, en ocasiones, excesivamente acelerado- puede deberse a trastornos hormonales, enfermedades crónicas, afecciones genéticas o problemas nutricionales. Detectarlos a tiempo es clave para implementar un tratamiento exitoso.
“Muchas veces, los padres no advierten diferencias visibles en el crecimiento de sus hijos, y eso es normal. Por eso, las consultas periódicas con el pediatra son fundamentales: permiten medir con exactitud, comparar con curvas de crecimiento y detectar tempranamente si algo se sale de lo esperable”, agregó.
Entre las señales de alarma a las que se recomienda prestar atención, Inés Castellano , Presidente de la Asociación Civil Creciendo, mencionó algunas muy concretas: “cuando un niño o niña es notoriamente más bajo que sus compañeros de edad similar, si su crecimiento parece haberse enlentecido en comparación con los años anteriores, si la talla de ropa o calzado permanece igual durante mucho tiempo, si un hermano menor lo supera en altura o si frecuentemente lo confunden con alguien de menos edad”.
Ante cualquiera de estas situaciones, el primer paso es consultar a un pediatra. Si hay sospechas de un trastorno de crecimiento, el profesional indicará estudios complementarios y/o lo derivará al especialista en endocrinología pediátrica para una evaluación más profunda que permita determinar, de ser necesaria, la administración de análogos de hormona de crecimiento.
“Es importante saber que no todo niño con baja estatura necesita tratamiento. Existen variantes normales del crecimiento que no requieren intervención. Pero cuando hay una causa médica definida, como un déficit de hormona de crecimiento, su uso puede ser clave para mejorar la proyección de talla, siempre y cuando se comience a tiempo”, explicó el Dr. Cáceres.
El tratamiento para estos casos consiste en la administración de crecimiento, que tiene indicación precisa cuando se confirma el déficit en la producción de esta hormona por parte del organismo.
“A medida que los niños crecen, el cumplimiento del tratamiento puede volverse más complejo. Factores como el cansancio, los olvidos o la pérdida de entusiasmo pueden generar faltas en la aplicación diaria, disminuyendo así las posibilidades de alcanzar los objetivos terapéuticos” , sostuvo el especialista.
En ese contexto, hoy se cuenta con innovación significativa que está transformando el modo en que se administra la hormona de crecimiento. Actualmente, existen tratamientos de aplicación semanal, que permiten mejorar la adherencia de los pacientes al tratamiento.
“Durante mucho tiempo, si un paciente no respondía como esperábamos, interveníamos sobre la dosis o los horarios. Pero aprendimos que la adherencia era, en muchos casos, la causa real del problema. Las alternativas de administración semanal han demostrado ser una gran aliada para mejorar el cumplimiento y obtener mejores resultados a futuro”, consignó el Dr. Cáceres.
En su paso por San Martín de los Andes, el especialista hizo hincapié en la importancia del trabajo conjunto entre pediatras, endocrinólogos, familias y autoridades sanitarias. “El crecimiento saludable es mucho más que sumar centímetros: es clave para que los chicos se sientan parte, se relacionen con seguridad, eviten el estigma y puedan proyectarse sin barreras evitables. Contamos con tratamientos eficaces para quienes los necesiten, pero su verdadero valor está en usarlos de manera precoz y adecuada”.
Finalmente, Inés Castellano de Creciendo dejó un mensaje claro a las familias: “si hay dudas sobre el crecimiento, consulten. No minimizar ni quedarse con la idea de que ‘ya va a crecer más adelante’ o que ‘es bajita porque su mamá también lo es’. Tal vez sí. Pero tal vez no. Y si hay algo que necesita atención, cuanto antes se actúe, mejor será el resultado. El crecimiento es salud y prestarle atención también es una forma de querer a nuestros hijos”.