Gisella Bonomi, campeona de los Juegos Mundiales de beach handball en China, contó los secretos de la consagración.
La neuquina Gisella Bonomi fue parte este mes de uno de los resultados más impactantes del año al consagrarse el pasado 12 de agosto campeona del mundo con las Kamikazes, el seleccionado femenino de beach handball que ganó los World Games (Juegos Mundiales) que se realizaron en Chengdu, China, donde además la jugadora neuquina fue distinguida como la mejor pívot del torneo.
Por primera vez un seleccionado nacional en esta modalidad alcanza la cúspide mundial que representa un nuevo lauro en la carrera de la primera deportista campeona olímpica de la provincia de Neuquén, luego de su consagración en los 3° Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018.
En el torneo Gisella, además de ser la mejor en su puesto, fue la goleadora de la final con 16 tantos y terminó como máxima anotadora de los World Games con 78 puntos.
De regreso al país y acomodándose al uso horario habitual luego de su permanencia en Oriente con once horas de diferencia y también, al valor de esta nueva conquista, la flamante campeona hizo un repaso de su actuación y de los nuevos desafíos que se plantea para los próximos años.
«Si bien el sueño de ser campeonas siempre está creo que era necesario pasar por un proceso incluyó también muchos sinsabores», destacó la flamante campeona, quien desde su etapa formativa integró el plan de becas de Mediano y Alto Rendimiento que impulsa el ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, a través de la secretaría de Deportes, Cultura y Gestión Ciudadana.
«Este año es la primera vez que pudimos disfrutar una final después de haber perdido muchas veces no solo en un certamen internacional sino también de categoría continental como los Centro Sur, torneos de distintas magnitudes», reflexionó.
En su primera gran consagración con las Kamikazes, Gisella, que siempre descolló como figura en los planteles juveniles, supo hacer una buena transición para adaptarse al seleccionado mayor y seguir cumpliendo con eficiencia su rol.
Esta es la razón que evoca después de esta nueva consagración al referirse a la importancia que tienen los procesos deportivos más allá de los resultados.
«Todo lo que hoy disfrutamos es parte del mismo proceso que vivimos. Sentimos que estábamos preparadas para afrontar esa final y ganarla, a pesar del resultado del primer tiempo que fue muy parecido a lo que pasó el año pasado. Por eso en el segundo set entramos con otra cabeza. No queríamos que sucediera lo mismo así que estamos muy contentas porque pudimos revertir el resultado», destacó.
El título también trajo calma a un año difícil para la mejor jugadora neuquina de esta disciplina.
«Fue un año distinto porque estuve dudando un poco de seguir o no en el equipo. Es que después de tanto tiempo en el seleccionado a uno le cuesta saber qué es lo que le puede aportar el equipo. De alguna manera te tenes que reinventar un poco. Fue algo que no me sucedió solo a mí sino también a otras compañeras. En ese sentido no me sentía sola y por suerte me dieron el espacio para que sin presiones decida también yo qué hacer», explicó.
«Es ahí, creo, dónde uno se da cuenta de donde realmente quiere estar porque no me quería ver afuera de un torneo ni ahora ni por lo pronto”, afirmó.
Y agregó que «en este sentido, no fue un proceso como el de siempre. De hecho, a nivel global, el año pasado habíamos estado súper bien estadísticamente y no ganamos. Comprendimos que no siempre tener las mejores estadísticas te lleva a ser el mejor equipo. A veces te das cuenta que no tenes el mejor proceso, pero eso no lo determina un juego. Son cosas que vas aprendiendo con los años y te van inculcando. En este punto fue muy importante la entrenadora (Lucía Brunati), para estar en los momentos justos, con la palabra justa».
Describió este logro como algo muy importante para el beach handball argentino. «Creo que el reconocimiento que tuvimos se parece mucho a lo que fue Buenos Aires 2018 tanto por parte de la familia como por parte de los medios que están siempre al tanto de nuestros logros. Sabemos que eso va a traer mucha visibilidad que es lo que necesitamos para seguir desarrollando el deporte», anticipó.
Los primeros Juegos Argentinos de Alto Rendimiento (JADAR), a realizarse en Rosario (9 al 14 de septiembre), serán el próximo desafío ahora con la casaca de la selección Neuquina.
«Tengo muchas ganas de ir porque somos una de las provincias invitadas», se ilusionó al tiempo que se proyectó para seguir sumando logros con la casaca nacional.
«Siento que quiero volver a ser campeona del mundo y que puedo volver a ser parte de un Juego Olímpico (ahora con el seleccionado mayor). Puede ser en el 2028 (Los Ángeles, Estados Unidos) o más adelante en el ’32 o ’36, se va a dar», se ilusionó.