El hecho que se viralizó en las redes sociales, nos remite a varios ataques anteriores y situaciones de extrema violencia por parte del mismo sujeto, un paciente con esquizofrenia que hoy sigue sin supervisión por parte de Desarrollo Social ni por parte de las autoridades del hospital Dr. Ramón Carrillo.
Conocido por su actuar violento y su forma de andar, envuelto en frazadas caminando por la calle, muchas veces amagando golpes a los transeúntes, el conocido paciente, fue nuevamente noticia por protagonizar un nuevo hecho de violencia en un comercio de nuestra ciudad.
Los hechos extremadamente violentos y vistos a través de una cámara de seguridad, nos hacen preguntar una y otra vez ¿de quién es la responsabilidad de darle control o seguimiento a este sujeto?. Es así que este medio investigó sobre la cadena de responsabilidades que en algún momento dispusieron las propias áreas de Desarrollo Social, Policía provincial, Familia y el hospital local.
Según el área de salud mental
La historia clínica del Hospital Dr. Ramón Carrillo, indica que el sujeto presenta un deterioro cognitivo por lo crónico de su patología, padece de esquizofrenia paranóide y de consumo problemático de alcohol de sustancias psicoactivas de larga data entre otras. Desde el año pasado, el sujeto seguía sin recibir tratamiento médico por lo que, a través de otros hechos, se intentó judicializar su caso.
Si bien fue forzado a recibir unos días tratamiento, hay dos situaciones que impiden que continúe: la primera es que nadie dentro del personal del nosocomio local quiere atenderlo por la agresividad que manifiesta y segundo, el sujeto no tiene una medida judicial que lo obligue y obligue al sistema de salud, a tratarlo contra su voluntad, es decir, no adhiere a los dispositivos de tratamientos psicosocial y tratamientos psicofarmacológicos, no adhiere a las propuestas terapeúticas y no se lo puede obligar.
El caso involucró a Desarrollo Social de la municipalidad, Policía, Iglesia, Juzgado de Familia y personal de salud mental del hospital local, que se reunió para darle seguimiento a la situación.
Desde la policía se le debería hacer un seguimiento
En dicha reunión se acordó que ante eventuales hechos irruptivos, la Policía provincial podrá activar al 100 y cada 10 de cada mes, deberá llevarlo a la salita del Arenal o en su defecto al nosocomio local, para la aplicación de medicación mensual, pudiendo utilizar la intervención oportunamente para generar vínculos terapeúticos.
El rol de Desarrollo Social del municipio
Si bien hay mucha controversia por el seguimiento de casos por parte de las asistentes sociales de Desarrollo Social municipal, en este caso, han dejado que la situación de este sujeto quede sin ninguna respuesta, ya que no se han cumplido hasta el momento ninguna de las propuestas. Desde el área se debería asistir con vivienda y alimentos, se han intentado implementar consultas ambulatorias en el centro de día, pero nada de eso ocurrió.
Según los informes, el seguimiento debería realizarlo Desarrollo Social y salud mental del nosocomio local y la Policía para que sea atendido y medicado en el centro de salud.
Los informes son claros, el sujeto padece esquizofrenia por ende es inimputable y desde la justicia, la Fiscalía, no se lo puede someter a un juicio por agresiones ni robos. Al día de hoy y luego de las reuniones que se realizaron el año pasado en torno a este caso en particular, todo sigue igual, el sujeto sigue sin recibir la atención correspondiente y queda en evidencia que la implementación de un protocolo no sirvió para nada, si ninguna de las instituciones involucradas hacen lo que le corresponde.
Hoy el sujeto sigue viviendo en la calle, debajo de un puente, robando y agrediendo a transeúntes, golpeando a menores de edad y mujeres y nos preguntamos ¿hasta cuándo? o será que se esperará a que le quite la vida a una persona para poder actuar.