En el país del asado, la Argentina comenzó a importar carne vacuna de Brasil a un ritmo de 1.200 toneladas mensuales, mientras que el ingreso de cerdo supera las 5.700 toneladas por mes.
El fenómeno se da en un contexto de apreciación cambiaria, que abarata las compras en el exterior pero pulveriza el superávit comercial, según un informe de ámbito.com.
De acuerdo con datos del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino, la caída en la competitividad provocó también un retroceso del 30% en las exportaciones de carne vacuna, uno de los productos estrella del país.
Caída del superávit comercial
El INDEC reveló que el superávit de abril fue de apenas USD 204 millones, lo que representa una caída de más de USD 1.600 millones en comparación con abril de 2024. Se trata del segundo nivel más bajo desde que asumió Javier Milei.
Además de carnes, las importaciones crecieron en ropa, alimentos y bienes de capital, producto de la reducción de aranceles, la liberación del comercio y una política monetaria que genera incentivos para importar y desincentivos para exportar.